GABRIELA BEREST
GABRIELA BEREST

sobre Gabriela Berest

Inconformista

 

Ser inconformista es un modo de vida, declara Aldo Rossi, el arquitecto milanės. No

preconiza el deseo de una futura reconciliación, Todo lo contrario. Si tomamos uno de los enigmäticos desnudos de Felix Vallotton 'Prevalece en el la sensación de un estado pacifico, o la de un peligro inminente? pero cabe preguntarse cuάl es la conexión entre Fėlix Vallotton, el maestro de la pintura de contenido psicoógico, o el apasionado proyectista Aldo Rossi, y una pintura tan diferente la de Gabriela Berest.

 

Babylon es el termino genėrico que utiliza Berest para su Ultimo ciclo de obras. Todo se Mantiene o se cae la construcción de la torre babilónica. El leit-motif simbólico de un farotorre aparece tambiėn en Vallotton y en Rossi; en este Ultimo se da gran importancia al leit-motif. Las torres, hacia cualquiera de sus extrem, con significados diametralmente opuestos, adquieren a pesar de

su polaridad, una ambivalencia que sin embargo ha de ser descubierta.

 

Con su estrutura pronunciadamente vertical, la torre ha sido interpretada como un nexo entre el cielo y la tierra Y, en el mito, la biblica Torre de Babel representa el arquetipo del caótico y tempestuoso cielo se cenia sobre la primitiva humanidad. En contraste con ėsto ,en el arte cristiano se muestra a menudo la representación de un faro: la luz guiando al barco de la vida. Es un sfmbolo positivo. Tambien en las cartas del Tarot, la Torre -o Casa de Diosaparece como un edificio asestado por relάmpagos, con gentes que caen desde la torre, y es interpretada como simbola de la arrogancia humana, casi a la manera del precedente babilónico.

 

Gabriela Berest necesita un tema para comenzar a caminar. Necesita el acontecimiento catalitco, que pide a gritos ser objeto de intervención, para ponerse en marcha. Éste puede llegar por acción espontänea, como ella demostró con una actuación brillante en Abril de1991. El Ultmatum tocaba a termino, la Guerra del Golfo era inevitable y la cuestión se daba por hecha. Entonces, en la noche de la declaración de guerra, frente al Museo de Arte de Zürich, el Kunsthaus, Gabriela Berest alineó ciento latas de gasolina como si de una formación militar se tratara Re-cortes de noticias y listados de valores de Bolsa completaban la instalación.

 

Las guerras no hbian cesado, yel problema del caos sigue con nosotros. La lucha por la rique-za va de mano en mano y erece el desmpleo. Rios de in-seguridad invden nuestromodo de vida. La pėrida de la realidad se ha convertido en un proceso irreversible. Las crisis afectan ahora a todos los niveles. Berest tiene su estimulo: debe hacer de 'Babilkon' el tema de su pintura.

 

La artista escge el viejo tema de la Torre y demuestra que tiene un potencial ta explosivo come actual. Preguntada por sus preocupaciones frente al lienzo, parece, si acaso, bastantetimida, incluso vulnerable; pero una vez fuera de la inmediata presencia de su discurso plästico, da rienda suelta a su energia y su forma de observar las cosas. Ella envuelve a los demάs con su concentrada energia, la misma que vuelca sobre su pintura, produciendo rasgaduras, raya-duras, articulando que arranca con otros que se renuevan.

 

La escayola sobre tabla es para ella el soporte ideal sobre el que incide marcas, conserva trazos y formulamensajes metafóricos. Atacadas por rayos color, las paredes aparecen incandescentes con el solo fin de ceder espacio a la tabla siguiente, que sugiere una continuidad con una pared florecida de musgos y liquenes. Una variedad caleidoscópica alterna con el reti-cente color, apto para evocar empedrados bajo la lluvia o mojones a manera de muros en un extenso paisaje espanol.

De muevo, un azul brillante y claro se convierte en el color dominante, un azul que ella descubrió y aprehendió en su memoria en un bar de mexico. berest da comienzo a un viaje sin fisuras y se dirige hacia dimensiones cósmicas. Pareceria un viaje de cualidades arcaicas que, en un instante, aparece rodeado de notas misticas de un cuento de hadas. La Torre se disuelve en un enrejado irregular o emerge como una arquitectura menos ambigua. Uno parece estar delante del Muro de las Lamentaciones, y sólo un momento despuės expuesto al imparable terrosmo, y todo a travės del ojo, como una confrontación diaria con la agresión visual que se encuentra simbióticamente en el frenetismo del zapping a travės de los innumerables canales televisivos.

 

El proceso mantiene una constante de idas y venidas, de lamentos y sǜplicas, de destrucción y creación, recuerdos y presetimientos, quejas y deseos. Las paredes se abren inexorablemente, y sin embargo, ofrecen una esperanza se reconstrucción y de renovación. En esta carrera, esta desintegración e integración adquiere tambiėn un tipo de biorritmo, con reaidas, regeneración y todas las demάs facetas. La concha esqueletizada traciona los procesos orgάnicos desde dentro. No obstante, todas las pinturas son tambien reflejo de estado animico, de los estados del alma.

Los mapas han formado parte de la vida de Gabriela Berest desde su infancia, cuando ella realizaba viajes fantάsticos. El encuentro es un tema central funamental en la obra de esta artista. Con ėl, descubre nuevas formas de expresión que se corresponden con su sensibilidad en cada momento. Con todo el dinamismo expresivo e impulsive, la espontaneidad en el acto de pintar no es lo que va por delante. Todo esta condicionado a la expresión de los sentimientos, a un proceso permanente. Se trata del presente: un presente que se basa tanto en el pasado como en el futuro.

Gabriela Berest creció en Duisburg: no es una exageración llamar 'vuelo' a su marcha del lugar natal, netamente industrial, cuando ella llegó a su myoria edad. Para las series que ella dedicó alRhur y que tituló `Regreso', ella empleó vendas, pigmentos y un poco de óleo con papel bituminose, cenizas y escoria industrial. La idea le llegó en una visita que realizó a las istalaciones de άcido sulfurico de Sachtleben, en el distrito de Homberg, en Duisburg. Alli descubrió la escoria industrial y en ese mismo lugar y momento decidió 'explotar' el yacimiento de 'caput mortuum' que se extendia a su alrededor. El tėrmino 'caput mortuum' - 'cabeza muerta' o tambiėn 'cabeza del muerto', derviva de los alquimistas y se refiere a los residuos que ya no pueden ser reutilizados. Pero 'caput mortuum' tambi'n es el sinónimo del 'rojo veneciano', color que utilizan los artistas. la gran tensión entre los contrastes de este ǜnico tėrmino ha permanecido como elemento caracteristico de la obra de Berest hasta sus ǜltimas piezas. Uno solo tiene que recordar que un mineral, la pirita, necesariio para la obtención del άcido sulfurico, era utilizado por los incas y los aztecas come piedr preciosa que, dispuesta en hebras, entrjian en sus telas para darles mάs consistencia y riqueza.

Anάdase aesto el asfalto, esta 'brea de la tierra que la hace indestructible' que ocasionalmente se aplicaba como

integrante del arsenal curativo mėdico, y el circulo se comleta volviendo al aceite mineral - petróleo- y a la brillante acción frente al kunsthaus de Zürich, la iracunda pieza titulada 'Der grosse Preis' -El Gran Premió' - que incluso se podria interpretar como 'El Gran Precio'. De ahi, via otros conductos y ramificaciones, llegamos a la ǜltima serie, Babylon.

 

Sabine Weder

 

Conozco a Gabriela Berest desde 1996 cuando entró en la galeria y nos pusimos a hablar sobre arte y sobre arte y sobre el mundanal ruido; enseguida me di cuenta de que ella nunca pintaria nade que no estuviera comprometido con su tiempo y a la vez, que jamάs pondria a la plάstica en el compromiso perder su identidad para contar una historia.

 

Y es que Gabriela investiga de continuo en la pintura, en la fotografia, en las texturas del soporte, en el lenguaje de la instalación y en los objetos necesarios parta construirla. Necesita que todos los elementos utilizados en sus obras tengan un contenido plάstico, estėtico, sean directos y comuniquen inmediatamente y en profundidad con el espectador. Pero todo este empeño no tendria valor si no hubiera un propósito de ahondar en una realidad, a veces cruda como la guerra, la crisis del petróleo, la locura de nuestro tiempo representada en la caida y destrucción de la Torre de Babel...temas que conozco ha tratado con anterioridad y que han causado impacto en el espectador por la combinación exitosa de arte y concepto.

 

Jalón, donde reside Berest desde hace ya una dėcada, con su vocacion vitivinicola por una parte. Y por otra, la curiosa pero reveladora noticia aparecida en los medios de comunicación, de que las mujeres han incrementado sus libaciones de bebidas alcohólicas en progresión desconocida hasta ahora, han sugerido a Gabriela la imagen de la Reina de Copas del Tarot con todo lo que esto significa y a dónde nos puede llevar.

 

La alegria aque nos transporta un vaso de vino, o de otros alcoholes ["Spirits" en Inglės con el doble juego que lleva la palabral] da paso al desenfado que nos prduce en el comportamiento, la verdad que nos sale de los labios sin el menor reparo, la necesidad de explayarnos y contar lo que no nos atrevemos estando sobrios. Revela la soledad o la amargura que a veces se sienten, por ver las cosas mάs claras que nunca, con una lucidez que dura poco, antes del desmayo final que nos libera de pensar y nos devuelve al estado contenido, segǜn los casos, en que vivimos en sociedad, por otro lado conveniente para que todo funcione.

 

Tinto de Verano, Gin Tonic, Cubalibre, Long Trink, Whisky Sour, son titulos de algunas de las obras y pretextos para contar una historia en cada cuadro. Cuadros construidos con pinceladas fauve, wild ó salvajes, como ustedes prefieran; con colores primarios, que entran fάcil, como el vino fresco, pero que remueven por dentro.

 

Gracias, Gabriela, por esta catarsis.

 

Isabel Bilbao, Galerista

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